jueves, 8 de marzo de 2007

Cuando el teorema de Bell te amarga una noche que no iba mal...

Robert Anton Wilson ha muerto. O eso dicen...
Hace apenas dos semanas, acabo de enterarme, y justo ayer se me ocurre titular mi blog con un concepto sacado de su novela "Illuminatus!" (magia del caos, conspiranoia, cultura pop, dadá, situacionismo y cachondeo, veinte años antes de "Los Invisibles" de Morrison). ¿Tocada de pelotas cósmica o simple coincidencia? Ustedes deciden.
Me parece una falta de coherencia por su parte, señor Wilson, viniendo de alguien que siempre afirmó que la muerte era un trámite obsoleto. "La ciencia", decía el muy utópico, dando un brinco de la iluminación al iluminismo, "nos hará inmortales pronto, debemos preparar nuestras mentes, construir a base de ideas un campo de juegos adecuado para dioses". Siempre creyó que él también llegaría a tiempo.
En fin, tres hurras por el primer novelista cuántico.
Hail eris!
All Hail Discordia!
fnord

2 comentarios:

El Peregryno dijo...

Conozco todos casi todos sus contactos,pero si estoy hasta yo mismo!Lo que me falta es saber quién eres,amigo.
En fin tres hurras por ese utópico!

Anónimo dijo...

23